Autor: Henning Mankell
Páginas: 240
Editorial: Tusquets Editores
ISBN: 978-8490665725
PVP: 18,50€
(tapa blanda) // 12,99€ ebook
Puntuación personal: 3,5/5
Norrköping,
Suecia, 1911. Los periódicos locales dan brevemente la noticia de que Oskar
Johansson, dinamitero de veintitrés años, ha muerto a consecuencia de un
trágico accidente producido durante la voladura de un túnel. La nota nunca se
desmintió, pero Oskar sobrevivió, aunque quedó gravemente herido y con secuelas
atroces; es más, siguió trabajando hasta su jubilación, y no murió hasta abril
de 1969.
Narrada a través de distintas voces y
perspectivas, la vida de Oskar, con sus sueños y esperanzas, sus alegrías y
tristezas, y por supuesto marcada por ese accidente que lo cambió todo, traza
no sólo su destino, sino también una imagen aguda y vibrante de la situación
obrera en la primera mitad del siglo XX.
Hace tiempo que me
llamaba leer a este autor ya que por casa han pasado bastantes de sus libros y
lo que he oído de él ha sido bastante positivo (aunque haya sido centrado en su
novela negra). Con ello, al tener la oportunidad de leer ‘El hombre de la
dinamita’ no dudé en querer adentrarme en la historia. ¿Por qué tenía tantas
ganas? Fácil, al ser la primera novela de Mankell y haberse editado en España
por primera vez, unido a lo que había oído hablar de él, había que leerlo.
Con estas expectativas
me encontré con algo totalmente distinto a lo esperado. En ‘El hombre de la
dinamita’ Mankell nos trae una historia con una fuerte denuncia del estado de
la sociedad durante los años que vive nuestro protagonista, Oskar Johannson.
Una denuncia bastante aplicable a hoy en día a pesar de haber pasado casi medio
siglo, ya que las condiciones de la clase obrera siguen sin ser las más
adecuadas, con el resultado de que se siguen viendo muchos accidentes laborales
graves y, en demasiadas ocasiones, mortales.
Es cierto que las
condiciones laborales han mejorado (como es el caso de los dinamiteros, que
cuentan con más medidas de protección y explosivos más seguros gracias al
avance de la ciencia, que permite hacer voladuras más controladas), pero eso no
evita que estas páginas te hagan reflexionar y darte cuenta de que aún queda
mucho por avanzar.
El mismo Mankell expone
en el prefacio del libro una reflexión acerca de esto, ya que tras leer de
nuevo su novela veinticinco años después él mismo habla de lo similar que sigue
siendo la sociedad. Y, aparte de este tema, el autor también aborda la política
desde el punto de vista de Oskar y su mujer. La política es algo que influye en
gran medida a las condiciones laborales de la clase obrera, por lo que está
claro que deben ir de la mano. A pesar de dicha importancia y de que hay muchas
ideas y reflexiones políticas de Oskar a lo largo de toda la novela, he
decidido tomar como idea principal la expuesta en el párrafo anterior.
Con todo esto, Mankell
nos transporta a la Suecia del siglo XX a través de la desgracia de Oskar y
cómo convive con las secuelas de su accidente durante décadas. Lo bueno de
haber usado a un personaje como Oskar para contar todo esto es que, al ser una
persona poco singular (excepto por sobrevivir a un accidente mortal) y muy
similar a cualquier persona de clase obrera que hubiese vivido tanto en esos
tiempos como en los de ahora, el mensaje cala mucho más hondo, ya que es fácil
identificarse con Oskar y parte de sus vivencias, comprendiéndole en mayor
medida.
Otra cuestión
destacable de la novela es el estilo de narración que se utiliza en ella, un
poco distinto a lo habitual. La historia se encuentra contada tanto en primera
persona desde el punto de vista de Oskar como en tercera persona desde un
narrador al que Oskar le ha ido contando retazos de su vida durante el tiempo
que coinciden. Además, no se sigue un orden cronológico exacto en algunos
momentos, pero se puede seguir la vida de Oskar sin perderse.
En general es una
novela muy bien escrita (incluso siendo la primera publicada), dura pero
realista, y con unos mensajes bien transmitidos que invitan a la reflexión,
pues están perfectamente definidos y se pueden encontrar paralelismos con
nuestra sociedad. Creo que merece la pena leerlo para recordar todo lo que
compartimos en nuestro presente con ese pasado, que puede resultarnos ahora
lejano pero no lo es tanto. Y, sobre todo, que sirva para intentar cambiar la
situación a mejor, como pienso que Mankell quiso hacer al escribirlo.
Que haya llegado a
España este libro, inédito hasta la fecha en nuestro país, es una forma de
honrar al legado literario de Mankell, que falleció en 2015 dejando huérfanos a
sus lectores. El maestro de la novela negra, que también ha publicado libro
sobre temáticas muy diferentes, es alguien que merece la pena descubrir, ya que
aúna talento e ingenio con su prosa. Por ello quiero dar las gracias tanto a
Tusquets como a Babelio por permitirme adentrarme en la obra literaria de
Mankell.
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