Autor: David Barreiro
Páginas: 240
Editorial: Pez de plata
ISBN: 978-8494696282
PVP: 18,90€
(tapa blanda)
Puntuación personal: 5/5
La ciudad de Gijón se ve sacudida por la aparición de un payaso que sube
siniestras fotos a internet en las que recorre sus calles de madrugada. Lo que
en principio parece una broma de mal gusto, pronto se convierte en algo
terrorífico con la aparición de varios cadáveres en la ciudad. Todos llevan la
marca del asesino en serie: una mano amputada.
El inspector Castro, que hasta entonces disfrutaba de una tranquila existencia entre conversaciones de bar, vasos de whisky y sus dos grades pasiones (su mujer y el Sporting), habrá de enfrentarse de pronto a un caso para el que cree no estar preparado, como el resto de la ciudad.
David Barreiro rescata al mítico payaso gijonés para construir una trama policial tan negra y violenta como el humor que destilan sus personajes.
Todos sabemos que los payasos han dado
mucho que hablar tanto en literatura (desde el mítico Pennywise, protagonista
de IT, hasta El Club De Los Lectores Criminales) como en el cine y que pocos
son los que se libran de tener cierto grado de temor a estos. Tanto han dado
que hablar que hace unos años la figura del payaso asesino escapó de la ficción
y aparecieron diversos videos de gente disfrazada asustando a los transeúntes, llegándose
a crear una gran alarma social.
Con la premisa de un payaso asesino (que a
mí me fascina, para que mentir) David Barreiro nos traslada a Gijón, lugar que
tuvo su propio payaso en 2014. Basándose en ello crea una historia totalmente
diferente, cuya sinopsis engancha a los amantes de la novela negra. Aun así, aunque
el papel del payaso tiene un gran peso en la novela de Barreiro, éste va más
allá de la investigación policial, mostrando la vida y sentimientos del
protagonista, Javier Castro.
Javier Castro es el inspector al que le
toca quitarle la máscara al payaso que está atemorizando a los habitantes, al
mismo tiempo que se suceden una serie de asesinatos. Junto a nuestro
protagonista aparecerán más personajes que darán forma a la investigación, pero
también nos mostrarán al policía fuera de su trabajo, sumergiéndonos en su vida
privada y su peculiar visión del mundo. Alrededor de él se puede observar el
efecto que está teniendo la crisis económica y cómo se encuentra anclado al
pasado.
A pesar de que empecé este libro esperando
el foco principal en la investigación, para Barreiro tiene más peso la crítica
social que la propia novela negra. Esto no hace que el libro sea peor, sino
todo lo contrario, ya que consigue transmitir la desolación de los personajes y
la decadencia que envuelve a la ciudad, que no es tan ajeno a lo que hemos
vivido en nuestras respectivas ciudades. El autor sabe jugar con las emociones
para conseguir que el lector se involucre en la historia y sienta como suyo el
drama de los personajes. Personalmente creo que el título, Días perdidos,
refleja perfectamente estas circunstancias y nos invita a reflexionar sobre la
vida que llevamos y en qué punto nos encontramos. A esto hay que sumar el
estilo de Barreiro, en el que utiliza el bable propio de Asturias en algunos
diálogos, que le da un toque especial a la lectura y hace que te metas más en
ese ambiente.
Por último me gustaría destacar la edición
del libro. La editorial Pez de plata ha cuidado enormemente todos los detalles,
consiguiendo una portada atrayente y un libro muy cuidado que merece estar en un
lugar destacado de las bibliotecas personales. Os recomiendo que os adentréis en
esta historia y acompañéis al inspector Castro en su viaje.
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