Autor: Emilio Ortiz
Páginas: 256
Editorial: Duomo Ediciones
ISBN: 978-8416634682
PVP: 14,80€
(tapa blanda) // 6,64€ (ebook)
Puntuación personal: 3,5/5
Una bella historia de amistad, amor y superación contada a través de los
ojos de un perro guía. Cross es un perro guía alegre y travieso. Mario es un
joven invidente que intenta abrirse camino en la vida. Juntos forman un equipo
inseparable. A través de mis pequeños ojos es una conmovedora novela que narra
las divertidas peripecias de Cross en el mundo de los humanos. Su autor, Emilio
Ortiz, nos cuenta una realidad que él conoce bien, pues tiene su propio perro
guía, llamado Spock, casi tan travieso como Cross.
Hace poco que supe de la existencia de
este libro, y como amante de los perros (y demás animales) debía caer en mis
manos. Además, Emilio Ortiz es un autor de una ciudad cercana a la mía y
últimamente tengo debilidad por los escritores nacionales (cosa que recomiendo
enormemente, ya que hay muchas joyas escritas por ellos).
Ortiz nos cuenta la historia de Mario, un
joven ciego al igual que él, y Cross, su perro guía. Una historia con momentos
muy divertidos y otros no tanto, con la peculiaridad de que el narrador es el
peludo y precioso Cross. La verdad es que esto me parece un gran punto a favor
del libro, ya que a pesar de que los perros no pueden hablar con nosotros ni
decir directamente lo que piensan (y eso que son extremadamente inteligentes)
Cross se plasma exactamente como nos imaginaríamos a cualquier perro: inocentón,
fiel y sin entender las costumbres de las personas. Con esto se consigue que
sea agradable de leer y haya muchos momentos divertidos gracias al perro.
Aparte de eso, es una novela sencilla y
podemos vernos, en parte, identificados con Mario. Puede que su ceguera nos
haga pensar que somos totalmente diferentes pero no es así; el amor, la
familia, el trabajo... En todo ello, y muchas cosas más, contamos con
sentimientos y pensamientos similares. Sí que, aunque dudo que fuese un tema en
el que el autor hubiese querido ahondar en exceso, echo de menos que se
visualicen más todos los problemas cotidianos que tienen las personas con esta enfermedad,
desde las barreras arquitectónicas hasta dentro del mundo laboral. Es algo en
lo que pensamos poco, pero es muy real y estaría bien conocer estas
dificultades y cómo podemos echar una mano.
Otra cosa que me parece muy curiosa y
bonita que se explica en el libro es parte del proceso por el que se debe pasar
para tener un perro guía y la adaptación del perro hasta que conoce a la
persona con la que pasará el resto de su vida.
La verdad es que no es muy habitual ver
perros guía y muchas veces se desconoce todo el trabajo y esfuerzo que hay
detrás de su adiestramiento, y que existen normas básicas, como por ejemplo que
no se puede acariciar a estos especiales peludos mientras están guiando a su
compañero. Por ello creo que es un libro muy recomendable para todo aquel que
desee ampliar un poco sus conocimientos sobre este tema y disfrutar de una
lectura sencilla y agradable, en especial si se es un amante de los animales.
El libro es simplemente una maravilla. Cross es simplemente adorable, y está muy bien porque conocemos la realidad de los perros guía. Es muy importante saber las normas básicas, tanto el tema de que no se pueden acariciar (lo cual más bien es lógica) como también que no es el perro el que conoce el camino, sino el ciego. Si una persona invidente no sabe cómo ir a un sitio, el perro no se lo va a decir, no se conoce la ciudad. Sí, al cabo de un tiempo se acaban conociendo el barrio, pero nada más, por eso cuando un ciego con perro guía te pregunte cómo ir a un sitio le hablas al ciego, no al perro (conozco a una chica a la que le ha pasado que en vez de hablarle a ella le hablaban a su perro). También es muy importante tener claro que no podemos prohibir a un perro guía entrar a cualquier parte, y da igual si las normas del establecimiento de turno nos dicen que no se pueden entrar animales. Los perros guía son los ojos de sus usuarios. ¿Una persona vidente se quitaría los ojos para entrar en un restaurante, por ejemplo? Claro que no. Pues un perro guía es los ojos de su dueño, y puede entrar a todos sitios (menos a una UCI y un quirófano).
ResponderEliminarY hasta aquí voy a escribir, no quiero meter toda la chapa :D pero resumidamente, el libro es demasiado necesario